domingo, 6 de enero de 2008

Viajar a Estocolmo

Estocolmo fue fundada en el siglo XIII en la costa este de Suecia, donde las aguas del lago Mälaren van a dar al mar Báltico. Al casco antiguo (Gamla Stan) se le conocía entonces con el nombre de "ciudad entre puentes".


Actualmente estos puentes alcanzan el número de cuarenta, que comunican entre sí catorce islas. Es una ciudad que combina armoniosamente los pocos rascacielos modernos con la tranquilidad de las aguas del archipiélago.
A pesar de estar situada en un archipiélago de catorce islas y miles de islotes, Estocolmo no es una ciudad marítima. Por el contrario, el Lago Mälar la rodea y condiciona la existencia de 1.500.000 habitantes que pueblan sus barrios, calles y plazas.

Sus habitantes muestran su orgullo por esta singular estructura urbanística que muestra un maravilloso paisaje conjunto de la capital de Suecia. Desde muchos puntos de la misma, se pueden encontrar fotografías excepcionales que, por encima de puntos concretos, se impregnan en la retina para siempre.

También es una capital curiosamente dispar, una ciudad cuyos espacios de agua y ringleras de edificios monumentales le dan una pátina y un cariz vetusto que se riñe con su fama de ser la ciudad más contemporánea y avanzada de Suecia.

Estocolmo es una de las capitales del mundo más cercanas al Polo Norte, pero la vida no tiene allí nada de frío: desde hace años, la ciudad se ha puesto muy de moda.

Los elegantes bares de diseño de Stureplan, sus restaurantes de primera clase y los bares bohemios de Södermalm proporcionan el toque final a una metrópolis llena de vitalidad.

El Palacio de Drottningholm
Si visitas Estocolmo, no puedes dejar de visitar el hogar de la familia real. No en vano Drottningholm ha sido catalogado como parte del patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO.

Fue construido tras el gran incendio de 1697, cuando tan solo se pudo rescatar de las llamas el sarcófago del rey Carlos XI, y muy poco más.

En la actualidad se puede visitar el magnífico dormitorio de la reina Eleonora, el "Kina slott", una impresionante combinación de pagoda china y palacio de recreo y, sobre todo, el teatro del castillo, con una impresionante máquina de truenos del siglo XVIII que puede emplearse para producir tormentas.

En el corazón de la ciudad: Gamla Stan
El barrio viejo de Estocolmo, con sus estrechas callejuelas (hay una de tan sólo noventa centímetros de ancho), los músicos callejeros de Vesterlånggatan, los cafés y las tiendas de antigüedades bien merecen una visita: el aire se impregna de los gritos de las gaviotas, los bares sirven knäckebrot con pescado y la estatua de Evert Staubert, el famoso marinero cantante, reposa su amable mirada en el abigarrado bullicio.

A una hora de camino de Estocolmo, Uppsala se considera el centro histórico y religioso del país. Es una agradable opción para pasar el día, con su delicioso centro dominado por el río; también cabe mencionar la animada vida nocturna que promueve la población estudiantil.

En el centro del casco antiguo medieval se encuentra la gran Domkyrkan (todos los días, 8-18 h; entrada gratuita), la catedral más grande de Escandinavia. Su interior, vibrante de ecos, todavía impresiona, en especial el ambulatorio de estilo gótico francés flanqueado de pequeñas capillas, una de las cuales contiene una bella serie de murales del siglo XIV que narran la leyenda de san Erik, el santo patrono de Suecia, mientras que en otra capilla se guardan sus restos.

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