lunes, 7 de enero de 2008

Viajar a Bahía de Tokio: un tesoro en el Pacífico

La Bahía de Tokio rodea con sus aguas del Pacífico la costa de la capital nipona. Un lugar cargado de historia donde hace más de medio siglo se firmó la capitulación japonesa tras la II Guerra Mundial. Un destino internacional atractivo para aquellos amantes de los largos viajes y la magia de lo oriental.


Japón forma un archipiélago de 2.200 Km de longitud que bordea la costa oriental del continente asiático. Tokio, su capital, se encuentra en la parte oriental de Honshu, (una de las cuatro islas más importantes del archipiélago), y a su vez está bañada por la Bahía que lleva su mismo nombre.
Es la ciudad más poblada de Japón, con 12 millones de habitantes, poseedora de un clima de veranos cálidos y húmedos y con unos inviernos soleados y secos. Levantada alrededor de la Bahía, la ciudad ha sufrido seísmos y ha sido en ocasiones arrasada por los tifones, aunque sin embargo, estas condiciones climáticas y atmosféricas no han impedido que se consolide como una de las mayores metrópolis del mundo.

Su principal actividad económica es la industria, dominando la electrónica y la mecánica y también es muy importante el comercio. Aunque no es un lugar turístico por excelencia, la ciudad de Tokio ofrece a sus visitantes numerosas opciones culturales y artísticas para escapar del mundanal ruido y de la contaminación que se respira en el corazón de esta moderna ciudad.

El Palacio Imperial que data del siglo XIX es uno de los lugares más atractivos porque guarda el espíritu imperial de la época Meiji. Numerosos museos se pueden visitar para aquellos amantes del arte, el Museo Nacional de Tokio alberga la mejor colección de arte japonés del mundo.

Uno de los lugares más fascinantes de la ciudad es el Mercado de Pescado Tsukiji, al que hay que acudir temprano pues cierra a las 9.30 de la mañana y donde se venden desde migas de bonito, hasta palillos de dientes con el nombre del comprador y que se completa con bares y cafés adonde acuden tanto vendedores como compradores del pescado, ofreciendo un ambiente muy singular al que lo visita.

La ciudad se divide en distritos interconectados. La zona de Ginza es abundantemente comercial, llena de grandes almacenes, boutiques y restaurantes. De noche la ciudad se transforma dando paso a numerosas alternativas de ocio. Las zonas de Shinjuku, llena de estudiantes está ambientada para la gente joven y en ella se puede escuchar mucha música pop, la de Akasaka llena de los yuppies y gente de los negocios, es otra de ellas. Multitud de bares, pubs o discotecas se pueden recorrer en todos estos barrios.

Rodeando la Bahía se pueden contemplar otras ciudades japonesas como Kawasaki, Yokohama o Chiba. El parque temático norteamericano por excelencia, Disneyland también ha llegado hasta esta zona, el Tokio Disneyland se puede visitar aquí y hospedarse en lujosos hoteles.

Escapada por un túnel
Una alternativa para escapar de la inmensidad de Tokio lo conforma el Tokyo Bay Aqualine, un túnel construido bajo el mar recorre la Bahía de Tokio, 9,5 kilómetros desde Kawasaki hasta Kisarazu en Chiba. Esta obra que se encuentra a 60 metros por debajo del nivel del mar fue terminada en 1997 y permite visitar lugares que se encuentran separados por las aguas sin necesidad de dejar el coche.

A través de este túnel se puede visitar y recorrer la península del Boso y encontrarse con monumentos como The Tokyo Bay Kannon que representa una increíble estatua budista de 56 metros de altura que fue construida en 1961 como recuerdo de todos aquellos que lucharon y murieron por servir a su país en la II Guerra Mundial. La Bahía de Tokio envuelve con sus aguas unos lugares llenos de magia, historia y a la vez acordes con los tiempos que vivimos.

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