miércoles, 9 de enero de 2008

Viajar a Sierra del Segura

Destacándose entre las diversas elevaciones de las cordilleras Béticas, la Sierra del Segura cautiva con sus encantos los ojos y el ánima de los aventureros que la acechan. Labrada en las escarpadas tierras del noreste de Jaén, su vista custodia las comarcas más meridionales de Albacete y su oído se complace con las canciones que le llegan de las montañas murcianas. Pero, ante todo, cada roca, cada planta y cada porción de tierra de las que la forman es un homenaje de belleza y sencillez a las aguas del río que la atraviesa y le presta su nombre: el Segura.

A la sombra de la Sierra del Segura se ubican los términos municipales de Beas del Segura, Benatae, Génave, Hornos del Segura, Orcena, Puente de Génave, la Puerta del Segura, Segura de la Sierra, Siles, Torres de Albánchez, Villarodrigo y Santiago-Pontones. Es precisamente en un paraje de esta última población donde nace el río Segura, que con sus aguas proporciona la riqueza a estas tierras.
Sus 193.412 hectáreas suponen el 14,22 por ciento de la provincia de Jaén y el 2,16 de la comunidad andaluza. El principal atractivo de estas tierras lo constituye su alto valor ecológico; en 1983 fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO y en 1988 lo fue como Zona de protección especial de las aves, por la Comunidad Económica Europea.

Aunque el hecho más destacable es que, desde 1986, la mayor parte de las tierras de esta sierra forman parte del Parque Natural más grande de toda España. Formado por las sierras de Cazorla, Segura y las Villas, tiene una extensión total de 214.517 hectáreas, de las que un 66,8 por ciento corresponden a la Sierra del Segura.

Flora y fauna
Por sus territorios campan en libertad especies de gran valor como la cabra montés, el muflón, el ciervo y el gamo. También abundan los jabalís, y no es difícil toparse con las huellas del gato montés.

En las aguas, la trucha común comparte el protagonismo con la arco-iris, que se ha introducido en muchos ríos del parque.

Por lo que respecta a las aves, allí se pueden contemplar cerca de 130 especies, donde destaca el majestuoso vuelo del águila real o las serenatas nocturnas de la lechuza. La flora de la Sierra del Segura también se encuentra entre las más ricas de la cuenca mediterránea. No sólo destaca su extensa masa forestal, sino que también existe una gran variedad de especies; por ejemplo, de pinos encontramos tres: el laricio, el carrasco y el negral.

Actividades y rutas: lo que hay que ver
Además de las riquezas meramente naturales, la zona está especialmente dotada para los llamados deportes de aventura, tan en boga en los últimos años. Bicicleta de montaña, senderismo, piragüismo o ala delta son algunos de los deportes que se pueden practicar y que atraen a multitud de turistas todos los años.

Una vez en la Sierra del Segura, la excursión imprescindible es la que se ha de realizar al nacimiento del río que bautiza todas estas tierras. El itinerario comienza en Pontón bajo, y desde allí debemos continuar la carretera hasta Santiago de la Espada. A la salida de este pueblo una pista forestal nos conducirá hasta el nacimiento del río Segura, atravesando el paraje de Fuente Segura.

Para el alojamiento no hay demasiados problemas. La zona cuenta con una importante red de casas rurales, albergues, campings e, incluso, zonas de acampada libre. Además, en las poblaciones importantes también existe la posibilidad de hospedarse en hoteles.

En definitiva, se trata de una zona que cualquier amante de la naturaleza, que tenga la oportunidad, no debería perderse.

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