lunes, 7 de enero de 2008

Viajar a Buenos Aires histórico

A la orilla derecha del Río de la Plata se encuentra la ciudad más populosa del hemisferio meridional y, junto a Ciudad de México, del mundo de habla hispana. Buenos Aires no es sólo la capital industrial, financiera y comercial de Argentina, sino que, además, es su mayor centro cultural. Con un aspecto moderno y bien urbanizado, excepción hecha de ciertos barrios antiguos como el de La Boca o Barracas, Buenos Aires se ofrece coqueta, con sus amplias calles y plazas, y sus bellos jardines, invitando al visitante a pasear por ella, gustándose de ser observada.

Qué mejor lugar para iniciar el recorrido por la ciudad de Buenos Aires que la Plaza de Mayo, un lugar delimitado en el año 1580 con el nombre de "Plaza Grande" por el conquistador español y fundador de la ciudad Juan de Garay. Durante la época de la colonia, y según marcaba la "Ley de Indias", aplicada durante la conquista de América, los conquistadores españoles debían ceder un terreno que estaría rodeado por las instituciones más importantes: la Catedral, el Cabildo, etc. Aún hoy se sigue manteniendo ese espíritu, siendo éste el centro institucional de Argentina ya que allí ocurrieron, y ocurren, algunos de los hechos más importantes de la historia del país.
Su actual nombre recuerda la revolución con la que se inició el camino de la independencia nacional. Desde el centro mismo de la plaza se puede encontrar la Pirámide de Mayo, construida en 1811 por orden del Cabildo de Buenos Aires para celebrar el primer aniversario de la Revolución del 25 de Mayo de 1810. La obra original se encuentra dentro de la nueva, efectuada en 1856 por el pintor y arquitecto argentino Priliano Pueyrredón, y es considerada como el monumento más antiguo de la ciudad. En su parte superior, tiene una estatua de la Libertad, obra del francés Joseph Duburdieu y en el interior de la pirámide se colocó tierra de todas las provincias argentinas.

Frente a la Plaza de Mayo, en la manzana formada por las calles Reconquista, Bartolomé Mitre, 25 de Mayo y Rivadavia, se encuentra el edificio del Banco de la Nación Argentina. La obra pertenece al arquitecto Alejandro Bustillo y fue inaugurado en 1944. La construcción cubre unos cien mil metros cuadrados de superficie, sus techos están revestidos con cobre y las puertas de acceso están realizadas en bronce y tienen un peso que varía entre las 10 y 16 toneladas. En su interior funciona un museo histórico y numismático que puede ser visitado de lunes a viernes de 10 a 16 horas.

La Casa Rosada
Sobre la calle Balcarce y frente a la Casa de Gobierno ("Casa Rosada") se halla el monumento al creador de la bandera y héroe de la independencia: el General Manuel Belgrano. En cuanto a la Casa de Gobierno, sede de la presidencia de la República, ocupa el edificio en que originariamente se hallaba el antiguo fuerte de la ciudad y luego, en 1873, se comenzó la construcción del edificio de Correos. El edificio está custodiado por soldados del Regimiento de Granaderos a Caballo, un histórico regimiento creado por el General San Martín en el año 1812. Dos sábados al mes, a las 11 de la mañana, se realiza la ceremonia del cambio de guardia, con banda de música.

Sobre el costado de la Casa Rosada, en la avenida Rivadavia y Leandro N. Alem se encuentra el Monumento a Juan de Garay, fundador de la ciudad. Y justo frente a la Casa Rosada, está ubicado el Monumento a Colón, realizado en 1921. Si avanzamos por la calle Hipólito Yrigoyen, sobre el frente del Ministerio de Economía observaremos sus mármoles seriamente dañados, como resultado del bombardeo que se realizó a la Casa Rosada y la Plaza de Mayo durante la llamada "Revolución Libertadora" del 16 de Junio de 1955, en la que se intentaba derrocar al entonces presidente Perón.

Sobre la misma calle, en la manzana de la Casa Rosada, se encuentra el Museo de la Casa de Gobierno. Aquí pueden verse materiales, vestimentas y documentos relacionados con la actividad de los diversos presidentes argentinos. También pueden observarse los restos de la "Aduana Taylor", la vieja aduana de Buenos Aires, que se encontraba sepultada debajo de la Casa Rosada.

Si continuamos por la calle Hipólito Yrigoyen hasta llegar, nuevamente, a Balcarce nos encontramos, justamente en Balcarce 139, con la Academia Nacional de la Historia en cuyo interior está el antiguo recinto del Congreso Nacional que funcionó entre 1864 y 1905.

Edificios religiosos
A una manzana de allí, en el cruce de la avenida Belgrano con Defensa, se encuentra la Iglesia de Santo Domingo, terminada de construir en el año 1779, en cuyo atrio está el mausoleo que guarda los restos del general Manuel Belgrano. En una de sus torres aún hay impactos de balas de cañón recibidos entre 1806 y 1807, durante la lucha por la reconquista de la ciudad ocupada entonces por las tropas invasoras británicas. En el interior del templo se encuentra uno de los estandartes capturados a los ingleses en medio de la cruenta guerra.

Bajemos por la calle Defensa. En el número 372 se encuentra el Museo Nacional del Grabado, que puede ser visitado de lunes a viernes y domingos de 14 a 18 horas y la entrada es gratuita.

En Alsina y Defensa está la Basílica de San Francisco, de 1754. Tiene una sola nave y tras su altar mayor se colocó un tapiz con escenas de la vida de San Francisco de Asís, diseñado por el artista Horacio Butler entre 1968 y 1976. Contigua a la Basílica se halla la Capilla de San Roque, restaurada en 1965; su nave presenta en el altar mayor y en los laterales imágenes del siglo XVIII.

Frente al templo se encuentra el Museo de la Ciudad, emplazado en una casa de 1894. Su finalidad es rescatar la memoria de la ciudad, su patrimonio arquitectónico y objetos representativos. Allí se atesoran los más diversos objetos, desde un botón hasta elementos de arquitectura, muebles y objetos relacionados con la vida diaria de los porteños de principios de siglo. En la planta baja, y como parte integrante del museo también está la "Farmacia de la Estrella", conservada tal cual lucía en 1900 y decorada con pinturas alusivas.

Apenas unas manzanas más adelante, se llega al Cabildo de Buenos Aires -actualmente monumento histórico nacional-, diseñado por el arquitecto jesuita Andrés Blanqui en 1580. Sufrió varias reformas, la última en 1933, realizada por el arquitecto Mario Buschiazzo. En su interior funciona el Museo Histórico Nacional del Cabildo y la Revolución de Mayo donde se exponen colecciones de armas, medallas y muebles de la época de la Independencia (siglo XIX).

En la intersección de Rivadavia y San Martín se encuentra la Catedral Metropolitana, con su fachada de estilo neoclásico. Fue construida en el año 1827 y en su frente hay doce columnas simbolizando a los apóstoles. El interior está dividido en cinco naves. Sobre la nave derecha se halla el Mausoleo del General José de San Martín, héroe máximo de la Argentina, obra del escultor francés Albert-Carrier Belleuse. Para su construcción se utilizó mármol rosado, cubierto por una lápida de rojo imperial en la cual está ubicado un sarcófago de color negro belga.

En la esquina de Bolívar y Alsina encontramos el templo más antiguo de la ciudad, la Iglesia de San Ignacio, inaugurada en 1723. Su interior respeta el clásico trazado de las iglesias jesuíticas y su fachada presenta detalles del período barroco. Igual estilo se da en los altares, cuya antigüedad también data del siglo XVIII.

El palacio de la Legislatura de la Ciudad abarca la pequeña manzana comprendida por las calles Hipólito Yrigoyen, Perú y la diagonal Julio A. Roca. Se trata de un palacio estilo Luis XIV compuesto por un subsuelo, planta baja, piso principal, cuatro plantas superiores y una torre central de 96 m de altura. Los tres frentes están coronados por 26 estatuas, todas ellas obras de escultores argentinos o naturalizados. El edificio es obra del arquitecto Héctor Ayerza y el constructor fue Luis Falcone, y se inauguró el 3 de Octubre de 1931, después de 5 años de trabajos. Un rasgo característico lo constituye un carillón de 30 campanas y su funcionamiento permite la ejecución de cualquier melodía. Además la torre posee un reloj Westminster de 3 campanas. Interiormente es de un gran lujo, con artesanías realizadas en roble americano y nogal italiano, columnas de mármol de Grecia, arañas de bronce y cristal. El Salón Dorado es réplica del Salón de los Espejos del Palacio de Versalles.

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