miércoles, 9 de enero de 2008

Viajar a Ibi: la ciudad del juguete y el helado

Conserva un núcleo histórico de singular belleza en el que se encuentra la mayor parte de su riqueza monumental y patrimonial. Éste está presidido por el monumento emblemático de la ermita de Santa Lucía, punto de partida del recorrido. Desde aquí y bajando las empinadas calles de 'les costeretes' llegamos a la 'Plaça de l'Esglesia' con el edificio parroquial de la 'Transfiguración del Señor' junto a la ermita de San Vicente. En esta misma zona se encuentra el antiguo Ayuntamiento, que alberga el Archivo Histórico Municipal y muy cerca varias mansiones.

La ciudad de Ibi se haya situada a los pies del monte Teixereta, entre los cerros de Santa Lucía y San Miguel, coronados por sendas ermitas. Pertenece a la comarca alicantina de l'Alcoià y es cabeza de partido judicial. Enclavado en la comarca natural de la Hoya de Castalla está limitada al norte por la Sierra de Onil y Biscoy; al Sur por la Sierra del Maigmó; al Este por la Sierra del Cuartel y Peñarroya y al Oeste por la Sierra de la Algueña y del Reconco. La población actual de Ibi es de 21.194 habitantes y se caracteriza, principalmente, por el estrechamiento de la base y la cúspide. El actual emplazamiento de Ibi ya fue sede de una pequeña civilización ibérica, posiblemente de ahí la palabra Ibi, que correspondería a un vocablo ibérico que significa "zona o lugar entre ríos", hoy los cauces secos de los ríos Les Caixes y la Rambla Gavarnera.
Es conocida como la ciudad del juguete, aunque también destaca en la producción heladera. Ibi estuvo compuesta por varias aldeas en tiempos de la conquista cristiana de la Península. Merced a los pactos contraídos con Jaime I, Zeid Abu Zeit, antiguo rey almohade de Valencia y aliado del monarca aragonés, tomó posesión de este territorio, que fue cedido posteriormente a su yerno Eiximén Pérez d'Arenós. Por medio de un canje pasaron a manos del rey Jaime I. Durante el siglo XIV perteneció a los señores feudales de Cocentaina, Planes y otros, incluso a los mismos monarcas nuevamente, siendo el último de sus propietarios Mosén Francisco Pertussa, quien lo vendió a la vecina localidad de Xixona.

En el año 1578 fue declarada Universidad por Felipe II y, unos años más tarde, en 1629, obtuvo la emancipación definitiva al concedérsele la condición de Villa Real. En el transcurso de la Guerra de Sucesión, los pueblos de la Hoya de Castalla, manifestaron su fidelidad al futuro Rey Felipe V, lo que le valió a Ibi los títulos de Noble, Fiel y Leal. Además se le da el privilegio para que pueda añadir al escudo alguna señal de fidelidad; se colocó el perro.

Hasta el siglo XIX la principal fuente de ingresos había sido la agricultura, a la que se unió la industria de tipo artesanal como hilados y el comercio del hielo. De esta última actividad derivaría la industria heladera, que tuvo un rápido crecimiento, por toda la geografía nacional y gran parte del extranjero, a partir de finales del siglo XIX. El notable auge económico experimentado por esta bella localidad alicantina ha favorecido el crecimiento de una ciudad nueva, moderna, atractiva y con un floreciente comercio que denota una elevada renta per cápita. Conserva un núcleo histórico de singular belleza en el que se encuentra la mayor parte de su riqueza monumental y patrimonial. Éste está presidido por el monumento emblemático de la ermita de Santa Lucía, punto de partida del recorrido.

Desde aquí y bajando las empinadas calles de 'les costeretes' llegamos a la 'plaça de l'Esglesia' con el edificio parroquial de la 'Transfiguración del Señor', construcción de mayor relevancia en el municipio junto con la ermita de San Vicente. En esta misma zona se encuentra el antiguo Ayuntamiento que alberga el Archivo Histórico Municipal y en sus inmediaciones las mansiones de la 'Casa Gran', la de los'Pérez de Ibi y Barones de Purroy', así como la de los 'Pérez Caballero' de los siglos XVII y XVIII. Existe en el pueblo un monumento único en todo el país en honor de los Reyes Magos y un magnífico museo del juguete del que después hablaremos. En la ermita de San Vicente se pueden contemplar dos frescos originales del siglo XVI y un bello retablo de madera tallada y policromada de la misma época que la iglesia.

En la Plaça L'Esglesia se halla la escultura del maestro Ferrero en honor de su patrona, la Virgen de los Desamparados. En esta plaza se haya una pieza solariega y señorial de principios del siglo XVII y que alberga el Museo del Juguete. Éste se inauguró en diciembre de 1990 y expone una colección en torno a los 600 juguetes antiguos. A pocos metros de esta plaza se encuentra el Archivo Municipal, enclavado en un edificio que en su día fue una Lonja del siglo XVII. Dejamos el núcleo antiguo para buscar la 'Plaça Dels Geladors', el 'Monumento al Helado Artesano', obra del escultor gallego Magín Picallo, tallado y erigido de granito, en febrero de 1991, en honor a la profesión y a los pioneros del helado artesano. Esta villa juguetera cuenta con el único monumento del país dedicado a los Reyes Magos, sito en la plaza del mismo nombre.

Flora y fauna
En la zona conocida como el 'Menetjador' hay núcleos del primitivo bosque mediterráneo (encinas y alcornocales) bastante disperso y degradado. En las zonas altas predominan el pino carrasco y piñonero, así como algunas asociaciones de carrascas y un soto bosque con predominio de romerales, brezales y tomillares. El matorral de la zona es bajo, pobre y rectilíneo.

Gastronomía
Su gastronomía es la tradicional de todos los pueblos del entorno en la que destaca sin duda la tradicional 'olleta', plato más característico. Los platos típicos son: 'giraboix', 'llegum', arroz con conejo y 'coca amb oli'. En la repostería, 'coca de flare', 'pastissos de boniato' y coca de almendra, todo ello regado con vinos de la comarca.

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