lunes, 7 de enero de 2008

Chile: tierra de fuego y hielo

Protegido por los Andes e incluso tal vez oculto tras ellos se encuentra Chile, un país lleno de magia y leyendas, de paisajes salvajes y sorprendentes, donde el fuego y el hielo unen sus manos para moldear el carácter fresco e inocente de sus gentes. Conocido en los últimos tiempos por un pasado nada glorioso, marcado por épocas de represión y odio, Chile ha conseguido salir de esa época oscura para gritarle al mundo la belleza que se esconde en la enigmática isla de Pascua, en sus volcanes nevados o en sus desiertos de sal. Todo un lujo para los amantes de lo auténtico.

Atacama es una región de extraordinaria por su belleza, su localización geográfica, y la diversidad de su naturaleza y culturas. Posee picos andinos, volcanes, salares, géisers, petroglifos misteriosos, ruinas precolombinas e interminables escenarios naturales que incluso la NASA ha usado para probar robots diseñados para explorar otros planetas. Los chilenos llaman a este sector simplemente "El Norte Grande".
El Norte Chileno y su Altiplano se asienta cerca de los bordes de Perú y Bolivia. La vista más impresionante de esta zona la descubre uno oteando entre los volcanes nevados y el bizarro desierto. Allí, escondidas tras las montañas se encuentran curiosas formaciones rocosas e interminables lagos de sal que se confunden con la nieve en el vasto suelo desértico. En la misma región, el visitante se puede topar con elementos tan variados como increíbles fuentes termales de géisers que suben hasta tocar el cielo o iglesias de adobe que aún permanecen en pie justo donde fueron construidas cuando los primeros españoles usurparon el territorio indígena. Todo ello sin olvidar la tremenda diversidad y la rara mezcla de vida salvaje: alpacas, llamas, guanacos, armadillos, patos salvajes y cientos de otras especies de pájaros.

Pero el norte de Chile no es sólo montaña. Basta con acercarse al Iquique histórico, a los Geoglifos y al Oasis de Pica, para ver la diferencia. Las tibias playas y el puerto libre mantienen una economía local vital, pero quizás lo más interesante de Iquique es remontarse a sus orígenes. Los clubes hispánicos históricos con pinturas murales del Quijote permanecen como testimonio de la herencia cultural chilena. De hecho, los Geoglifos pintados por los alrededores hacen de esta zona la más importante arqueológicamente hablando del Norte de Chile.

Pero sin duda, es San Pedro de Atacama la localidad que más seduce no sólo a los visitantes sino también a los propios chilenos. Debe ser por su tremenda historia y por su cercanía a muchas maravillas geográficas naturales, en particular los géisers del Tatio y del Valle de la Luna. Afortunadamente San Pedro permanece sin cambios con sus despreocupadas y polvorientas calles, que no se han visto afectadas por el ininterrumpido flujo de viajeros y extranjeros que acuden a experimentar la vida en el Desierto Chileno.

Y de las áridas tierras nada mejor que pasar al embrujo del mar y de la Isla de Pascua, que por mucho tiempo ha sido objeto de curiosidad y expectación. El cómo y el porqué sus habitantes cavaron y transportaron masivamente estatuas alrededor de la isla, nadie lo sabe. Alejado unas 2,000 millas del más cercano centro de población en la Tierra (Thahiti y Chile Continental), este triángulo de piedra volcánica situado en el Pacífico Sur es mundialmente conocido por los peñones monolíticos, llamados Moai, que rodean sus costas. Los primeros colonizadores llamaron a la isla "Te Pito O Te Henua" (Ombligo del Mundo), pero fue el Almirante l Roggeveen, quien llego a la isla por primera vez en un día de Pascua de 1722, quien le dio su nombre actual. Hoy, la tierra, su gente y su lenguaje se refieren a ella como Rapa Nui.

La controversia y la confusión han reinado siempre a la hora de determinar los orígenes de los isleños de esta isla. Hay quien dice que la gente que construyó las estatuas eran de ascendencia peruana dada la similitud entre Rapa Nui y el trabajo en la piedra Inca. Otros han sugerido que la Isla de Pascua es un de un continente perdido o el resultado de influencia extraterrestre. La evidencia arqueológica sin embargo indica un descubrimiento de la isla por los polinesios cerca del año 400 después de Cristo conducidos, según la leyenda, por Hotu Matua. Después de "su llegada" una enigmática e impresionante cultura se comenzó a desarrollar. La isla es además hogar de muchos petroglifos (inscripciones en la piedra) así como también inscripciones en madera, tatuajes, figuras, danza, y música. La población de Isla de Pascua llegó a alcanzar los más de 10.000 habitantes, provocando épocas de escasez que llegaron incluso a producir la salida masiva de moais. Más tarde las luchas y el orden social avanzado comenzó a declinar en sangrientas guerras civiles e incluso en episodios de canibalismo. La Isla de Pascua es territorio chileno desde 1888.

En el epicentro de toda la magia que desprende este país se encuentra su capital, Santiago de Chile, una de las más modernas y antiguas de América Latina. El verdadero corazón de esta ciudad es la Plaza de Armas, que se extiende por la Alameda a cinco manzanas al sur del río Mapuche. Del legado europeo tan sólo queda el Parque Forestal, diseñado siguiendo el modelo de los parques parisinos. Pero Santiago es también el centro de una región llena de atractivos lugares e infinidad de cosas para hacer. Tan sólo a cuarenta millas se encuentran las mejores pistas de esquí de América del Sur y al norte, las playas más bellas que se puedan imaginar.

La región del Sur
Volar a la Región de Los Lagos de Chile es casi una obligación, pero siempre hay que asegurarse de obtener un asiento a mano izquierda del avión. Desde ahí se pueden apreciar los volcanes en todo su esplendor con las magníficas torres Andinas detrás de ellos. Una vez se llega es imposible no encontrar nada que hacer: caminatas, salidas en bicicleta, aventuras a caballo, cabotaje y salidas en kayaks, pesca, vida silvestre; visitar mercados, casas aún en pie de antiguos colonos, verdaderas catedrales de bosques de alerce añoso; o descubrir las leyendas indígenas de monstruos y duendes, mientras se degustan ostras y un delicioso salmón ahumado. Sin mencionar el clásico crucero en barco desde Los Andes a la Argentina.

Pucon y Valdivia son otras dos de las ciudades que no hay que dejar de visitar. Pucon esta situado al final de la parte este del Lago Villarrica, en la base del volcán con el mismo nombre, que además puede ser escalado sin dificultad alguna. Valdivia contrasta con el paisaje que nos ofrece Pucon. Colonizada por alemanes desde sus inicios, su carácter más bien europeo trae a la mente villas de Inglaterra o ciudades alemanas. Cruzan la ciudad los ríos Cau-Cau y Valdivia que se unen en un gran brazo llamado el Río Calle-Calle, mientras a los lejos destacan aún en el horizonte los torreones españoles que se mantienen en pie hasta nuestros días desde la colonización llevada a cabo hace más de 200 años.

Uno despierta en Puerto Varas y en cinco minutos ya está queriendo cruzar el Lago Llanquihue para observar los volcanes uniéndose a un hermoso cielo azul. Hoy en día es llamada la Ciudad de las Rosas, y es cierto. En esta zona se pueden encontrar encontraras muchas cosas. El clásico cruce del Lago de Todos los Santos, los Rápidos del Petrohue, la postal viviente de Frutillar, la parte sur del Puerto de Puerto Montt, Osorno, Antillanca, los Volcanes de Puntiagudo y Calbuco y el Parque Nacional de Alerce con vegetación nativa de miles de años.

La Patagonia y la Región Austral
La más famosa región de Chile, La Patagonia, ofrece una variada singularidad que le hace creer al visitante que efectivamente se trata de "la tierra del fin del mundo". Es aquí donde el continente americano cae en una increíble explosión de islas, glaciares, icebergs y montañas. Es sin duda el final de la madre naturaleza. Es aquí donde se encuentra el Parque Nacional Torres del Paine, con picos que alcanzan los 9.000 pies de altura; las hipnóticas caídas de Sato Chico y Salto Grande y los glaciares y lagos congelados. Punta Arenas, ubicada justo enfrente del Estrecho de Magallanes, es la ciudad más Austral del mundo, el punto de partida de todo tipo de viajes a través de la Patagonia, pero no sólo eso sino que además posee excelentes museos que muestran la historia, flora y fauna del cono sur.

Tierra de Fuego es la isla más grande de Sudamérica, plantas y árboles nativos que solamente crecen en la zona. El Estrecho de Magallanes se cruza por ferry, lo que permite llegar hasta el Puerto Natales, situado en el fiordo llamado "Cabo de Última Esperanza". Su localización entre Punta Arena y Torres del Paine, cerca del glaciar de Perito Moreno en Argentina, lo hace el perfecto punto de partida para muchos viajes y excursiones. Se trata de una agradable y tranquila ciudad con cálidos hoteles y restaurantes donde se puede apreciar deliciosa comida del mar y los animales marinos en su ambiente natural en la costa.

Las Torres de granito "cuernos" como se les llama a las Torres del Paine son quizá una imagen bien conocida en todo el mundo acerca de Chile. Enormes glaciares marcan la frontera norte del parque. Este es el extremo Sur de los campos de hielo de la Patagonia, el glaciar más grande del mundo, que se derrite lentamente en el lago Grey proveyendo de espectaculares caídas de hielo y enormes glaciares verdes y azules. Mil kilómetros de camino con gravilla conducen a algunas de las más hermosas y remotas regiones de Chile. En ellas se pueden encontrar también inolvidables paisajes, fisuras de glaciares y fiordos.

1 comentarios:

Unknown dijo...

Chile es un gran lugar para que junten sus Vacaciones y Feriados y viajar de norte a sur desde Arica, pasando por San Pedro de Atacama, Isla de Pascua, Santiago y Valparaíso, Pucón-Villarrica, Patagonia Torres del Paine, entre tantos otros lugares de interés turístico en Chile.
Muy buen título entre fuego y hielos...

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