lunes, 7 de enero de 2008

Viajar a Éfeso: de la civilización helénica hasta el cristianismo

En Turquía, a 20 kilómetros de Kusadasi se encuentra la ciudad de Éfeso, ahora convertida en ruinas de un pasado glorioso. Aquí podremos estudiar no sólo civilizaciones como la griega o la romana, sino que también descubriremos cuál fue el principio del Cristianismo, ya que en este lugar se encuentra su cuna.

Éfeso fue en la época romana un importante centro comercial y allí se construyó una de las siete maravilla del mundo, el Templo de Artemisa. La ciudad vivió siempre alrededor de este templo por el que sentían verdadera adoración. Un enclave ideal para reflexionar sobre cómo ha ido evolucionando la sociedad desde los griegos hasta nuestros días, disfrutando de unas estupendas playas y de una gastronomía espléndida y muy mediterránea.
Origen
El primer pueblo que se creó en la situación en la que luego se construiría la famosa urbe fue el de Apasa, nombre de una reina amazona, fundadora de la ciudad. Se creé que el primer Éfeso se construyó en el lugar que ahora ocupa la Iglesia de San Juan y la fortaleza Selyúcida. Así aparece relatado en las inscripciones de algunos relieves del Templo de Artemisa. De manera que para algunos la creación de esta importante ciudad fue obra de las amazonas. Aunque, también los hay que opinan que el verdadero primer Éfeso se creó en el siglo XI antes de Cristo y que su iniciador fue Androclo, hijo de Codros, el rey de Atenas, que decidió fundar una nueva ciudad y el azar lo trajo hasta aquí.

Templo de Artemisa
De cualquier manera, en el 560 antes de Cristo, el rey más rico de toda la historia, Creso, rey de Libia, ocupó la ciudad y regaló a los efesios cuatro columnas caelateas, para que construyeran un nuevo templo a la diosa Artemisa ya que el anterior había sido destruido por los sumerios. Una de estas columnas se conserva en el British Museum de Londres.

El Templo originario se construyó sobre la base de un pantano en una fundación artificial de piedras y carbón para que no se viese afectado por los terremotos. De forma rectangular fue construido todo de mármol y constaba de 127 columnas, algunas de ellas talladas y de colores, con un techo de 20 metros constituye el templo más grande de la era helénica. En su interior se reunieron grandes obras de arte, incluyendo cuatro estatuas de bronce hechas por los mejores escultores de la época.

Pero sin duda el objeto más valioso, y que aún se conserva en el Museo de Éfeso, es la escultura de mármol de la diosa. Ésta era la deidad de la caza, de carácter selvático siempre aparece con un arco y una cierva. Luego sería rebautizada por los romanos como Diana.

Este Templo que iluminó Éfeso durante dos siglos, luego fue destruido por un zapatero que quería fama llamado Eróstrato. Más tarde lo volvería a construir Alejandro Magno y aunque ya nunca recuperaría el esplendor perdido siguió representando el centro de la vida de la ciudad.

Luego llegaría la época de los romanos, en la que la ciudad pasó a ser la capital de Asia y prosperó mucho. Con 200.000 habitantes se erigió como uno de los puntos más importantes del mundo.

Cristianismo
Diez años más tarde, empezó a formarse la Iglesia Cristiana, ya que llegó hasta allí San Juan acompañando a la Virgen María. Junto a la ciudad, en Selçuk, y protegida por una muralla bizantina para alejar a los musulmanes, nos encontramos la primera huella del comienzo de la evangelización cristiana, con la Basílica de San Juan, construida por el emperador Justiniano en el siglo VI sobre la capilla que contiene la tumba del santo.

Y seguimos, con la visita a la Casa de la Virgen María. Fue la morada que eligió la Madre de Dios para pasar sus últimos años y ha sido reconocida por el Vaticano como santuario cristiano.

Otra maravilla que se puede contemplar en Éfeso es el Gran Teatro, también del periodo helénico, y más tarde restaurado por los romanos, fue el centro de las predicaciones de San Pablo. Constaba de gimnasio, ágora y baños. Actualmente, es el escenario de conciertos.

También nos encontraremos con la Biblioteca de Celsio que junto con el Teatro forman el pasaje sagrado y entre ellos se encuentra la Ruta del Mármol. Esta Biblioteca es el edificio que mejor se conserva de los de su clase.

Inexcusable la visita al Museo de la ciudad donde encontraremos una impresionante colección de estatuas y otros artículos que se han ido rescatando de las diversas excavaciones arqueológicas que se han hecho en la ciudad.

Curiosidades
En Éfeso hoy en día se puede admirar la primera publicidad de la historia, también fue la primera ciudad en el mundo que iluminó sus calles y sus templos, incluido el de Artemisa, sirvieron como bancos.

En su época también tuvo turistas famosos como lo fueron Marco Antonio y Cleopatra que visitaban la ciudad con asiduidad, así como Cícero y Julio César, entre otros. Y allí vivieron celebridades como el filósofo Heráclito o el poeta Kallino autor de la sátira Hipponaks.

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